Las víctimas fueron los padres del dirigente portuense Luis Ignoto. Ocurrió el 3 de marzo. Un trabajo de análisis de llamadas permitió ubicar al ladrón en compañía de otros dos mientras cometían en asalto.
La investigación por el violento asalto sufrido por los padres del dirigente portuense Luis Ignoto aportó en las últimas horas prueba suficiente para confirmar la participación de dos delincuentes que se suman a otro ya detenido.
El caso ocurrido el 3 de marzo tenía en prisión ya a Jorge Farías (43) y este miércoles se logró imputar a Juan Solans (45) y Carlos Cercenzi (38) una vez que se pudo analizar el entrecruzamiento de comunicaciones que explican lo ocurrido dentro de la casa de Guahanani al 3600. Cercenzi quedó implicado al comprobarse que usó el teléfono de su pareja en el hecho.
La investigación a cargo del fiscal Mariano Moyano y de la DDI local fue compleja debido a que se combinan teléfonos celulares, varios delincuentes y al menos un caso más de robo a una casa particular mediante el uso de la fuerza.
El 3 de marzo los padres de Ignoto, una pareja de ancianos de 81 y 91 años, fueron soprendidos en la vivienda por cinco delincuentes que les robaron dinero, joyas, objetos de valor e incluso dos escopetas.
Los ladrones usaron dos vehículos, una Ford Ranger y un Volkswagen Vento. En este último automóvil aguardaba Farías, quien había mantenido contacto con sus cómplices por medio de una llamada telefónica.
Esta comunicación estaba siendo escuchada desde Viedma, porque allí se había iniciado una causa por distintos robos y la policía de la ciudad del sur avisó de inmediato a sus pares de Mar del Plata.
De esa manera se pudo localizar a Farías y se identificó a dos de sus conocidos, Darío Castillo y Lucas Giménez Pazos. Estas dos personas, con frondosos antecedentes, fueron detenidas el 6 de marzo, al igual que Farías y que Solans, aunque este último solo porque en su casa se secuestraron las armas de fuego pertenecientes a las víctimas y otras dos de otros robos.
A Farías se le secuestró su automóvil Volkswagen Vento, de particular color “champagne” y techo corredizo de vidrio.
Con el correr de los días, Castillo y Giménez Pazos fueron desvinculados -en verdad se dictó su falta de mérito- y la investigación se centró en analizar un teléfono celular perteneciente a Solans.
Después de varias semanas se estableció que durante el asalto a la familia de Ignoto, ese teléfono de Solans se comunicaba con otro que no estaba identificado. Y entonces entró a gravitar un asalto que había ocurrido días antes, en Libertad y 204.
En esa ocasión una familia, que en la parte delantera de su domicilio tiene un mercado, fue asaltada y los delincuentes -también al menos cinco- huyeron en un automóvil Volkswagen Vento. Ese vehículo, captado por las cámaras de seguridad, era el de Farías y así se pudo saber de su participación. Pero además, otro de los ladrones dejó caer su teléfono celular.
Los peritos en comunicaciones determinaron que el teléfono pertenecía a Cercenzi, quien de esa manera se quedó sin aparato para los siguientes robos que iba a cometer. Por eso, el día del asalto a la familia Ignoto había comunicaciones entre Solans y Farías con un número desconocido. Finalmente se supo: era el télefono de la pareja de Cercenzi.
El fiscal Moyano logró así prueba que colocó a Cercenzi y Solans en el lugar del asalto, mientras que las comunicaciones explícitas de Farías (por la intervención en de la Justicia de Viedma) y el uso de su auto, completó el trío de ladrones.
En las últimas horas Solans fue citado a declarar pero ya no por la tenencia de armas sino por coautor del asalto contra los padres de Ignoto, al igual que Cercenzi, aunque éste recién será trasladado la próxima semana ante el fiscal Moyano.